Adalgiza Charria Quinte
Abril
La turbulencia de mi diosa oscura
el cruce de caminos de mi caos
y este abril que llega manso
a la nitidez de tus ojos en la lluvia
como si esta primavera no doliera
como si este atajo no empollara la muerte.
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María Elena León Garica
Abril
Emociones contenidas
en vasija ancestral
bullen, segregan bilis
explotan.
Lágrimas esparcidas
se condensan
en abril
la hierba
vestida de verde
baila con la palabra.
Ceatividad
Convoco en abril
la creación
en todas sus formas
Para enaltecer la vida
recogida en el aire
cuando la lluvia
no llega.
La conciencia
está dormida
no entiende la urgencia
de abrir las manos
y en coro de turpiales
gritar al mundo
¡Basta!.
Es hora de recoger semillas
y regalarlas en los corazones.
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Antonio Bolívar Cardona
Bastan dos ojos (uno sería suficiente) para mirar la oscuridad y descubrir al hombre y a las cosas para cantarlos en el poema.
Serian suficientes dos oídos, para oír a izquierda y a derecha (aunque con uno también) las voces y los sonidos de las cosas y diseñar un verso.
Con dos fosas nasales tenemos para distinguir y cantar, por supuesto, el olor de la piel humana y el de úla fina expresión de la manzana (aunque con una basta)¡
Y veinte dedos , generosa suma de táctiles extremos, nos permiten crear el poema, como obra humana y la pintura y la música (pero con un dedo basta)
Unos labios, una boca, unas papilas, nos basta para cantar la canción, antes o después del beso o de probar la sal.
¿Quien nos entregó esta lámpara y esta alegría y esta tristeza para crear el poema ?
abril
Comienzo de queja para mayo que llorara porque la lluvia sagrada no llegó para llenar los estanques de la guadua y porque la sequía bebió la savia de mis plantas con mortal ardor.
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Ana María Gómez Vélez
Manifiesto de escritura libre
–Arte antipoética–
Por el libre desarrollo de la escritura.
Por la sana costumbre de escribir
sin importar lugares comunes.
Por la libertad de escribir tonterías.
Por la libertad de expresar.
Por la libertad de juntar palabras
como jugando.
Por la libertad de escribir
palabras y textos que aparentan superficialidad.
Por la libertad de escribir
por la libertad de opinar
y por la libertad de decir.
Por la libertad
por no estar encasilladas
en los estilos
mis palabras gritan
su libertad
y hacen una manifestación
no tan pacífica
en este abril
de pocas lluvias
y muchas flores
¡Por la libertad de escribir!
(Por el sano derecho a escribir lo que se me antoje).
(Analuna, Penélope y las otras...)
poema del tiempo que no se detiene
La tarde la lluvia
la idea de perderte
en este abril sin tiempo
nuestra fotografía entre tules y flores secas
me trae el recuerdo
de cuando se amaban mis bisabuelos.
Todo vuelve en este infinito
hilo que teje la madeja de
la Penélope callada
y la Atenea encinta.
Películas de un tiempo que no se detiene
ruido de lluvia en la memoria.
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Judith Rodríguez Castro
LA ROSA
Deja de ser rosa si se desprende del origen Sus copias alumbran todas las estancias las abuelas dedican las mejores a María púrpuras, malvas y rojas para los amantes Efraín y María perduran su amor en el rosal de su casa en el Paraíso esperanza y caos interpretan los arcanos lo cierto es que fractal encierra el más bello misterio
Ella no pidió ser la preferida en amores ni la última en coronar el camino hacia la tumba.
OTRA VEZ PASA ABRIL
Sólo queda el resonar de las cigarras la ilusión de un amor de primavera y esta piel que no es la última muda.
ABRIL
Imágenes en montaña de versos dormitan las lluvias de otro abril un concierto metálico de cigarras revienta el tedio ¡Caos sonoro! Mis fantasmas más antiguos despiertan danzan hacia las copas interceptan el extendedero de poemas amarillos Se adhieren a la vertical del guayacán Un susurro se tamiza entre ramas ¡No todo está perdido! Cubro los espejos se espantan los miedos Las miradas me multiplican borbotean historias, las exhumo, las atizo escribimos versos nuevos desde la nueva piel Sé que no es la muda final. Aún soy ninfa.
EN ABRIL
Extrañas mis ausencias A distancia seduces mis canciones inquietas mis puertos sabes bien que mis ninfas aún dormitan la savia de tus poros viscosidad de tu regazo.
En la rejilla de mis comisuras atrapada está la lírica de tus versos de tus versos y tus cantos. En mi oído, eres eco sinfín nasal y urgido de igualarme.
Al borde del almendro encapsulada gravito hacia tus alas de abril piedra y hueso de caminos verano e invierno de misterios